sábado, 30 de noviembre de 2013

Combate por una prensa libre.

Hace mucho que no escribo nada, pero hoy deseaba compartir con vosotros un ensayo que he hecho para clase sobre el libro "Combate por una prensa libre" de Edwy Plenel. No me ha quedado excesivamente bien, pero me apetecía compartirlo por aquí. Espero que os guste y os haga pensar, que es para lo que esta escrito:

Edwy Plenel nos guía por una visión del mundo donde todos los políticos son corruptos y todos los periodistas títeres de la decadencia de la política y la corrupción. Nos insta a confiar en el verdadero periodismo, fiable, incorruptible e independiente. Pero ¿acaso este tipo de periodismo existe hoy en día? Yo personalmente no puedo saberlo. El ciudadano de a pie ya no confía en la información oficial, ya que dan por hecho que es corrupta y esta manipulada por los grandes directivos de las empresas informativas, que a su vez éstos dejan que esa información sea dirigida por políticos que no quieren “desmoralizar” al ciudadano de a pie, ni por supuesto a la opinión pública.

La libertad de prensa existe a medias en los días que corren. Sólo valientes periodistas, como Julian Assange o Ricardo Ortega, son capaces de contar la verdad tal y como es, sin medias tintas ni falsedades de ningún tipo. La corruptela es un fuego que todos vemos pero ninguno nos atrevemos a apagar. 


Damos nuestro consentimiento, como bien dice el autor, con nuestro voto y abandonamos la política en manos de gente que desde mi propio entendimiento no esta capacitada para llevar un país, ya que todos tenemos la obligación de ocuparnos de nuestros derechos.
El mundo en el que vivimos, lo que nosotros llamamos “democracia”, ya no existe. La democracia según la RAE es el “predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado”. Pero ¿qué predominio tenemos nosotros? Nuestra única labor para con nuestro país es un voto que muchas personas desperdician dejándolo en blanco o simplemente no votando. No nos hacen caso a pesar de que gritamos como los que más, y las decisiones que toma el gobierno son a expensas de los ciudadanos. 
Sólo tenemos que salir a la calle y ver la situación que nos rodea para darnos cuenta que esto no es una democracia. Ellos mandan y nosotros obedecemos. Y somos tan necios de todavía defender su trabajo.
Un tema interesante que ha comentado Plenel es el de los derechos a la intimidad personal que tenemos cada ciudadano y que los políticos lo asocian a su trabajo, pudiendo esconder el fraude ante los ojos del pueblo. 
Estoy completamente de acuerdo con el autor. No es posible que intenten identificar el derecho a la intimidad del ciudadano con el supuesto derecho que ellos creen tener a la privacidad del trabajo, ya que es una función que todos deberíamos conocer. No están trabajando para empresas privadas a las que no tienen que dar explicación ninguna más que a sus superiores. Su trabajo consiste en guiar un país, en el que todos deberíamos participar. Con el sufragio les damos ciertas libertades pero no pueden hacer lo que ellos quieran, deben consultar con sus socios, y esos somos nosotros, el pueblo. ¿Dónde esta nuestro derecho de elegir, de libertad de prensa y libertad de expresión? ¿Dónde termina su derecho a la intimidad y comienza nuestro derecho a conocer lo que sucede en nuestro país? El pensamiento común es que al guiarnos en esta tarea, son más importantes, mejores que la gente corriente, pero ni por asomo tienen más derechos que los propios ciudadanos, por decir más, puedo atreverme a opinar incluso que no pueden tener todos los derechos ya que hay algunos que por el puesto que tienen son incompatibles.

La utopía que todos deseamos en el mundo de la información, es una información de calidad y fiable donde se pueda hablar de la realidad del verdugo sin tener miedo a ser ejecutado.
Los tres objetivos que defiende Plenel para el periodismo son innegables. 
  1. Defender la independencia, ¿y cómo no? Para que están los periodistas sino es para informar por encima de políticos y opiniones. Lo que se espera de un oficio tan osado como este es información verdadera, en la que se pueda confiar. Debemos ser los héroes que desenmascaren al traidor y al infame, porque si no lo hacemos nosotros que es nuestro trabajo, nadie lo hará. Tenemos que tener completa libertad de expresión para poder ser honestos con nuestros lectores y no quedarnos a medias en nuestros pensamientos.
  2. Promover la calidad. Como en todos los trabajos, desde el albañil hasta el empresario, siempre se exige cierta calidad en las funciones que realicen. No podemos construir una casa y en la primera tormenta que aparezca se nos caiga encima. Lo mismo se nos requiere a nosotros, los periodistas. Somos profesionales del oficio y a parte de ser verdaderos y honestos también debemos exigirnos a nosotros mismos cierta aptitud a la hora de escribir un texto. No podemos hablar de la actualidad sin tener ciertos conocimientos, ya que sino el lector dejaría de confiar en nuestro trabajo y en nuestro criterio.
  3. Restaurar la confianza. Podemos comprobar como he dicho antes, que la confianza del ciudadano se ha ido rompiendo a lo largo de los años. Ya no confían en los medios porque no hemos sido leales a la verdad. Para recuperar esa credulidad, tenemos que hacer una limpieza de nuestra profesión y replantearnos que es verdad y que no lo es. La gente necesita saber, y para eso precisa de una información libre y franca.

Un tema del que se puede sacar mucho juego y del que ha hablado Plenel durante la mayoría del libro es el cambio que está suponiendo para el oficio del periodismo el pasar del papel a lo digital, lo llamado prensa digital.
En este libro se pone a favor completamente del periodismo en las redes. Según la visión del autor este tipo de prensa da muchísima más libertad a la hora de contar las noticias. Gracias a los vídeos y plataformas, tanto imágenes como audios, que en un periódico tradicional no se podrían utilizar, se ha vuelto más fiable y con mayor documentación y compromiso en este tipo de periodismo.
En este aspecto no puedo darle toda la razón al autor. Yo creo desde mi modesto punto de vista, siendo joven y estudiando periodismo como estudio, que la información muchas veces dada y encontrada en internet no se puede pasar por valida, ya que cualquiera tiene la libertad de escribir absolutamente lo que le apetezca y no tienen nunca por que saber sobre el tema que están escribiendo. No niego que haya mayor libertad y mucha mas independencia, eso es cierto, pero también es cierto que al tener absolutamente toda la libertad que se posee en internet la gente juega mucho con la credibilidad de los lectores.
Otra cosa con la que no estoy de acuerdo es que en internet la documentación que se tenga sobre un tema sea mayor. El periodismo serio, se supone que debe contar con cierta documentación fiable y nunca escribir sin haber confirmado la información y de esta manera no equivocarse. Pero en internet al tener la libertad que se tiene, la documentación que se posee muchas veces puede ser falsa y sin haberla confirmado de ante mano lo publicas pudiendo leerlo todo el mundo, pero como no ocurre nada ya que tu no firmas con tu puño y letra, no dejas tu nombre sino un anónimo, las consecuencias que puede llevar el divulgar información falsa, no te tiene porque llegar.
El tema de la prensa digital me es contradictorio ya que por una parte y queriendo trabajar en esta profesión no puedo estar de acuerdo con ello y con muchos de sus principios, pero desde otro punto de vista creo que es una solución a la decadencia del periodismo que estamos viviendo hoy en día. El verdadero problema que veo en esta situación son las falsedades que pueden pulular por internet llegando a cualquiera y destrozando la vida de las personas. 
No son pocos los casos que hemos oído de personas que han llegado incluso a suicidarse por informaciones falsas que se han escrito sobre ellas en internet y que les han destruido su vida.
La prensa digital de hoy en día es completamente libre y creo que aunque por una parte debería seguir siendo así, debería también por casos como estos, tener ciertos recursos para identificar a aquellos que promueven actos de este tipo.

Plenel apuesta por una prensa libre, donde las informaciones sean fiables y de calidad ya que cree que la prensa de hoy en día no está a la altura de las expectativas. Estoy de acuerdo ya que prácticamente toda la prensa esta influida por partidos y mediatizada por políticos. Dicen lo que quiere oír la gente y ocultan medias verdades para que el pueblo piense como los partidos necesiten. 
Miremos atrás en el tiempo en el caso de Estados Unidos con la guerra de Vietnam. El gobierno por primera vez mandó corresponsales de guerra integrados dentro de las unidades. No tenían que someterse a ningún tipo de normal que restringiesen su actividad profesional por lo que tenían completa libertad a la hora de enseñar la guerra. Salieron a la luz ciertas fotos violentas durante el conflicto y el pueblo estadounidense se puso en contra. El gobierno no pudo más que parar la guerra por la gran oposición de la opinión pública. Cuando volvieron a ella, tuvieron que coartar el trabajo de los corresponsales de guerra para que los ciudadanos percibieran la contienda como justa, ocultando medias verdades.
Deberíamos tener una prensa justa donde se vieran los acontecimientos tal y como son, de una manera objetiva sin esconder nada. Pero como me han dicho muchas veces, el periodismo es imposible que sea objetivo. Todos tenemos puntos de vista e ideas diferentes sobre todos los asuntos. Es imposible dejar atrás tus creencias y principios, tanto a la hora de escribir, como a la hora de leer.

Los periodistas deberíamos tener claro desde el mismísimo momento en que entramos en este oficio, en esta carrera, que la libertad a la hora de escribir no es un privilegio que se nos concede, es un derecho que todos tenemos. Libertad de expresión y no coacción, es algo por lo que deberíamos luchar. En los tiempos que corren, con todos los problemas y la crisis que estamos viviendo, donde tienes que pedir permiso para manifestarte ante la ley, ¿dónde va a acabar esto? No nos dejan hablar por si alguien nos escucha y empieza a pensar. Eso no es libertad. Ahí es donde nosotros deberíamos levantarnos y luchar por nuestros derechos perdidos.

Otro tema que trata Plenel es el ideal que se tiene del periodismo y que se debe luchar por él, y esto supone independencia, transparencia y pluralismo.
Cómo el nos define estos tres términos es:
  • Independencia: Respeto moral de los periodistas sobre su trabajo, para garantizar que la información no se vea reducida a mera mercancía. Rechazo a la mezcla de intereses mediáticos e industriales dentro de la información. Que las informaciones no sean controlados por el poder ejecutivo. Yo creo que la independencia es mucho más que eso.La independencia tanto del periodista como del medio, se basa no solo en el derecho moral o que no esté influido por el gobierno, también es la independencia que tiene el periodista sobre el medio, sobre los intereses de la gente, contar la verdad tal y como es sin medias tintas. La información es poder, y ese poder debería estar en las manos del pueblo, no solo en las de unos pocos.
  • Transparencia: Acceso rápido y fácil a la información. Protección de las fuentes de los periodistas. La transparencia es como él dice, acceso facilitado a todas las informaciones, tanto a las de la gente corriente, como a las informaciones que se poseen dentro del estado. Transparencia de los políticos, pudiendo saber que hacen y dejan de hacer con el dinero del país o las transacciones que hacen para mejorar la calidad de vida.
  • Pluralismo: Concentración limitada y regulada para evitar el monopolio o abuso de posición. Igualdad de trato para la prensa digital y prensa impresa.  Reconocimiento de los lectores como comentaristas, contribuidores y blogueros. Estoy de acuerdo en que no debe haber un monopolio de poder dentro del periodismo. Es necesario que siempre haya varios puntos de vista para que la objetividad sea mas amplia. La igualdad en el trato de la prensa digital como en el de la prensa escrita está en nuestras manos hasta cierta medida. Debemos hacer que el lector confíe en lo que lee, tanto impreso como digital, pero está en su mano fiarse de lo leído. En lo último, creo estar de acuerdo con Plenel; todos tenemos puntos de vista y tanto profesionales como aficionados a esta ocupación debemos entender y aceptar la visión de los demás. 


Como conclusión, quizás me haya podido exaltar demasiado y es posible que las ideas que he comentado en el texto sean demasiado desorbitadas, pero también creo que para llegar a un ideal tienes que apuntar bien alto, para que si se llega a realizar en algún momento, sepamos donde están los limites e intentemos llegar a la virtud.

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