lunes, 29 de junio de 2009

Una nueva oportunidad

Era tan real, podía palpar perfectamente su rostro, oler la fragancia de sus cabellos y sin embargo yo sabía que no podía ser verdad. Cerca de mí, con la sábana cubriéndole el cuerpo, allí estaba ella. Sus ojos estaban cerrados aunque yo sabía que debajo de esas pestañas espesas se escondían unos ojos de un color verde intenso que me volvían loco. Recordaba la última vez que la había visto, yacía en la camilla del hospital, blanca e inmóvil, también recuerdo el no haberme atrevido a ver su último aliento. Según me contaron el entierro fue hermoso y aunque no estuve presente, pude vivirlo en mi mente; la veía ella, hermosa, como siempre, tumbada en aquel ataúd frío, que hacía que la situación fuera aún más dolorosa y que se me clavara en el corazón como un puñal helado. Y sin embargo ahora estaba aquí, notaba como su corazón palpitaba dentro del pecho, sus labios eran tan rojos y rugosos como siempre y sus mejillas tenían ese color que hacía que yo supiera que mi corazón seguía latiendo. Pero estaba muerto, no había otra explicación posible, aunque lo notaba todo tan vivo. Ahora no podía estar seguro de nada. Las preguntas surgían en mi cabeza, tantas sin contestación y por un momento deseaba que desaparecieran y que yo pudiera disfrutar del momento, pero ¿Cómo? ¿Cómo disfrutar sin saber si es real, si ella está aquí y yo no estoy loco?

Vi como se movía y pensé que se despertaría y podría contestar a estas preguntas ¿Qué pasaría? ¿Desaparecería? No. Esperé mientras habría los ojos y dirigía su mirada hacía mí. ¿Qué diría de todo esto? Se giró, y me miró con ojos dulces, amorosos, con los ojos que llevaba soñando durante muchos meses de sufrimiento, era ella, de eso no había duda y en ese momento desaparecieron todas mis preguntas, mis dudas, lo único que me importaba era ella, tenía otra oportunidad y no iba a perderla. Di gracias a Dios, gracias a la suerte y gracias al que me había dado esta nueva oportunidad, la cogí de la mano y la abracé con fuerza. Para siempre.

FIN

3 comentarios:

  1. María estoy orgullosa de ti, de cómo escribes y describes las situaciones y sentimientos. Un beso y sigue trabajando.

    ResponderEliminar
  2. Estoy a la espera de mas historias =)

    ResponderEliminar