lunes, 5 de diciembre de 2011

Guau ;)


Y pienso, qué pesada carga llevo encima de lo hombros que tanto me agobia. Mis manos no abarcan con todo ello y las piernas me flojean con cada paso que doy al frente. La mente me juega malas pasadas, soñando que algún día esa carga desaparecerá, tan sólo con quererlo y que nunca tendré que volver a sostenerla. Y sigo pensando que es lo que le he hecho al destino, para que me castigue impunemente con tamaña tortura, como si con todo lo que ya he sufrido no hubiese sido suficiente y tan sólo fuera una muñeca más con la que jugar y que se divierte arrancángole brazos y piernas, mientras en otro tanto le va cortando el pelo, a sabiendas que no le volverá a crecer, luego la tira a un rincón de la habitación, olvidándose de ella, hasta que un día se la encuentras y decide que ya es hora de que vaya a la basura.


Aún recuerdo tiempos mejores, mi cabeza no ha olvidado todavía, y me parece imposible, que hubiera podido ser tan feliz y que de repente el mundo se viniera abajo sin un porqué aparente, pero sin embargo todo a tu alrededor se ha derrumbado ya, y aunque intentas poner en pie cada pared derruida, es demasiada la carga para una sola persona. Y te sientes sola, hasta lo mas profundo de tu alma, pensando que nadie ha dedicado una mirada hacía ti, que empujas la losa, intento tras intento. ¿Cómo es posible que no lo vean?¿Cómo es posible que no vean tu desesperación porque todo funcione?¿Cómo es posible, que nadie se te acerque y te ayude a mantener toda esa carga, para que no te aplaste? Eso sólo ha sucedido porque nadie se ha dedicado a mirar mas allá de lo que sus propios ojos no son capaces de ver, forzar la vista y verte a ti.
Y de repente, como de la nada, sin que si quiera te lo esperes, te encuentras a alguien a tu lado, alguien que ha estado allí todo el tiempo, haciéndote la carga mas pequeña, pero tonta de ti habías estado mirando a todo ese gentío que había decidido no ayudarte y no te dabas cuenta de que no estabas sola, que había muchas personas bajo esa losa, a tu lado, sosteniéndola, sosteniéndote, dando palabras de apoyo y ayudándote con toda tu carga.
Y es entonces cuando reflexiono sobre todo lo anterior, todo lo malo que me ha pasado, ¿realmente ha sido tan malo? Y si lo ha sido, ¿por qué deprimirme por ello, teniendo como tengo, personas que me quieren y me cuidan, se preocupan por mi y no me dejan caer, que me sujetan cuando estoy a punto de derrumbarme? Y ahí es cuando fui consciente de lo fuerte que era, que no necesitaba a esas personas para levantar el muro, pero que ellas me dieron la fuerza o la voluntad que necesitaba para conseguirlo. Gracias a ellas sigo adelante y gracias a ellas me he dado cuenta que mi problema no era mas que una nimiedad, que parece grande pero no lo es.
Ahora... ME VOY A CUENCA ^^

No hay comentarios:

Publicar un comentario